domingo, 20 de enero de 2008

Hermione...

Aquí les dejo un songfic (oneshot) que espero les guste, se trata de la pareja Harry/Hermione. Ya sé que no acabaron juntos pero fue el primero que hice. Por fa, dejen comentarios. Gracias.


Título: 'Hermione...'
Tipo: Songfic (video).
Categoría: Romance.
Clasificación: General.
Capítulos: sin capítulos.
Completo.

Sumario: "Es una oscura noche de otoño, donde una tormenta acaba de pasar, dejando un frió viento soplando frente a la ventana. La calle vacía se extiende ante una casa oscura. Harry Potter espera por la llegada de alguien que es el más grande amor de su vida. La noche es decisiva para él, y no solo para él."
Basado en la canción 'Isabel...' de José Luis Perales. (Tipo video).


Hermione…

*(Es un lluvioso día de otoño. El sitio está oscuro, son las 8:00 de la noche las que suenan en el reloj de la pared y un muchacho de ojos verde no halla su lugar en la habitación, aguardando, deambulando como bestia enjaulada en espera de la llegada de alguien. Pendiente siempre de la ventana que mira la calle y de la puerta de madera, única entrada y salida del cuarto.)

“Como pasan las horas, mi corazón desesperado no aguanta la incertidumbre, me dijo que sería puntual, y siempre lo es. Mi maleta ya está hecha y no hay vuelta atrás, a menos que ella… todo depende ahora de ella.”
“Hace dos semanas que los vi después de 5 años. Pensé que el tiempo nos habría cambiado, pero no, no los cambió a ellos, y a mí tampoco. Han pasado ya 5 años, lo sé, pero aún recuerdo su aroma y su delicada piel, aquellos cabellos castaños que tan suavemente caían por su espalda, su boca suavemente delineada con finos y dulces labios, y aquella mirada de profunda y secreta pasión que solamente le dedicaba a una persona…”
“Las memorias asaltan mi mente, momentos vividos en aquel entonces durante el último grado del colegio, en aquellos días cuando jamás pensaron que acabarían juntos, amándose como se aman ahora. Pero así es el amor, te hace cambiar de la forma menos esperada y, a veces, te puede llevar hasta la locura.”

*(Harry se acerca a la venta cubierta de gotas de lluvia que lograron aferrarse al vidrio pasada ya la tormenta, la calle oscura y vacía yace afuera, como añorando la venida de un ser que parecía nunca llegaría. Descansa su cabeza contra el cristal, pareciendo fatigado de la vida. Cierra sus ojos y comienza a recordar.)

--- flash back ---

“Hace un hermoso día de verano, la brisa fresca pone danzar las hojas de los árboles del bosque prohibido, la tranquilidad del lago refleja el cielo azul como un espejo de cristal, y yo escucho el grito de alegría de mi mejor amigo que se avecina a lo lejos. Sus palabras solo me llegan como el rumor de los árboles sobre mi cabeza, que me dicen que la mujer de sus sueños por fin le ha correspondido.”
- ¡Harry, Harry, me ha dicho que sí!
- ¿Qué?
- ¡Me dijo que sí, Hermione me dijo que sí!
“Yo, sentado a orillas del lago, lo veo venir deprisa. Observo su cuerpo agitado por correr y gritar al mismo tiempo, pero su rostro mostrando una felicidad jamás conocida por mí hasta entonces.”
- ¡Me ha dicho que sí, Harry!, ¡no puedo creerlo, Hermione me ha dicho que sí! – me dice entre jadeos.
- ¿Te ha contestado tan rápido? – pregunto yo, fingiendo sorpresa.
- Sí. Yo quería darle tiempo, ¿sabes?, para que lo pensara bien y no se arrepintiera luego, pero me dijo que no era necesario, que me había estado esperando durante mucho tiempo.
- Me da gusto por ti… y por ella.
- Sabía que te alegrarías por los dos, amigo. ¿Te digo algo?
- ¿Qué?
- Ella es la chica de mi vida, ¿sabes? Desde que la vi en aquel baile de Navidad supe que no viviría para ver a nadie más. La amo con todo mi corazón.
- Serán muy felices juntos, Ron. Sé que ella te ama mucho también.
- ¿Lo sabes? ¿Cómo?
- Ella me lo contó ayer.
- ¿Qué te dijo?
- Que eres el amor de su vida y que no podía esperar más para que le pidieras que fuera tu novia. Que te ama como a nadie en el mundo.
“Veo como sus ojos comienzan a brillar más por la inmensa felicidad que le da mi declaración.”
- Soy inmensamente feliz. – Me dice – Yo tampoco podía esperar para pedírselo pero, a veces soy un cobarde…
- Pero al final se lo dijiste. Tuviste el valor y se lo dijiste.
“Él me sonríe compartiendo conmigo su alegría. Ron, mi amigo, se aleja con el alma en las nubes, inocente de los pensamientos que ahora surcan mi cabeza y los sentimientos que atraviesan mi corazón y que mi boca es incapaz de pronunciar. ¿Cómo decirle ahora que la mujer que ama, la que acaba darle el ‘sí’, habita también en mi corazón?”

*(Música… de vuelta a la habitación. Harry observa la calle mientras sus gafas se empañan por las secretas lágrimas que llenan su mirada. Su corazón comienza a cantar mientras se aleja de la ventana.)

Él me ha contado que vive
Tan solo por verte a ti
*(Regresa y se sienta al borde de la cama)
Tú me has contado que él
Es tu único amor.
*(Toma el libro de fotografías ya viejo entre sus manos).
Él me ha contado orgulloso
Que siempre te ha sido fiel.
*(Abre el libro y lo deja en la última fotografía de los tres amigos)
Tú te has sentido dichosa
Hablando de él.
*(La fotografía los muestra en los jardines, donde ellos están tomados de las manos.)
Él ha sentido es su cuerpo
Tu calor.
*(Al ver la foto, recuerda aquel día de verano donde los vio a lo lejos, sentados a orillas del lago, compartiendo un profundo y apasionado beso.)
Tú le has mirado a los ojos
Pidiéndole amor.
*(Recuerda la noche de navidad en la Madriguera, estando los dos bajo el muérdago y donde, con solo una mirada ella le entregó su corazón.)
Él ha llenado de flores
Tu jarrón.
*(Recuerda la tarde en que él llegó con un ramo de rosas para ella.)
Tú le has besado las manos
Con tanto amor.
*(Deja el libro al ya no poder mirar más. Se levanta de la cama y camina de nuevo hacia la ventana, mientras su corazón se acelera al imaginar que son sus pasos los que se acercan, sin poder sacarla de su cabeza.)

Hermione,
Estoy pensando en ti.
Me cansé,
De ser testigo fiel.
Yo también,
Me enamoré de ti.
Hermione,
Quiero decirte adiós…

*(Harry se aproxima a la hoguera casi extinta, donde las débiles llamas danzarinas lo invitan a recordarla más que antes. Trayendo a su memoria el único baile que compartieron juntos.)

--- flash back ---

“Es la noche de navidad, una maravillosa cena nos deleita a todos en el colegio. La última navidad que pasaríamos en aquel Salón. Luces de colores, villancicos, muérdagos por doquier, y aquella hermosa pareja que parecían los acérrimos enemigos, ahora comparten un dulce beso bajo el muérdago más separado del lugar, apartados de la fiesta y viviendo solos en un mundo donde no había nada más que su gran amor. Pienso que se ven muy felices juntos, pero siento que mi corazón se hace pedazos al no ser yo quien está en su lugar.”
“Después de un rato ella se me acerca, mientras él va por unas bebidas.”
- ¿Por qué no te diviertes, Harry? – me pregunta. Entretanto la miro y le grito con mis ojos que se quede conmigo… para siempre.
- Me estoy divirtiendo. – me obligo a responder una mentira para que no sospeche.
- Yo te veo muy triste y melancólico. – me dice ella, examinando mi rostro cuidadosamente mientras trato ya no verla a los ojos para que no advierta mi amor por ella. – Tengo una idea. – continúa ella. – ¿Me concederías esta pieza? Vamos, baila conmigo.
“Mis ojos se abren hasta más no poder por la proposición que me plantea. Bailar con ella… uno de mis más grandes anhelos y deseos. Curiosamente, mi amigo no se molesta para nada ante el hecho de que ahora bailo con su novia. Tanta confianza se tienen y tal es su amor que él sabe que ella jamás lo traicionaría.”
“Cuan feliz fue aquel momento, sostenerla junto a mí, su cabeza recargada en mi hombro, escuchar su respiración. Deseaba que jamás terminara, que permaneciera así por siempre, pero ahora aquel momento solo es parte de mi memoria.”

“Sueño tanto con tenerte entre mis brazos, sueño respirar del perfume de tus cabellos sobre mi rostro, sueño sentir tu piel de seda acariciar la mía bajo la luz de las estrellas, sueño… solo sueño…”

Hoy he soñado tu cuerpo
Llenando mi soledad.
He repetido tu nombre
Como una canción.
Hoy se ha llenado mi casa
Con tu voz.
Hoy he soñado que tengo
Tu amor.

*(De pronto Harry vuelve a la realidad. Alguien toca a puerta. Son la 9:30 de la noche. Los golpes se hacen cada vez más fuertes, tres por vez.)
“¿Será ella? ¿Debo abrir? Me pregunto…”
*(Lentamente Harry se acerca a la puerta. Con el corazón en la mano gira el picaporte. Una bella silueta yace en el umbral de su habitación en espera del pase de entrada.)
- Hola Harry. Aquí estoy.
“No puedo creer que sea su dulce voz la que embelesa mis oídos. No puedo pronunciar palabra alguna, toda lógica y razonamiento me han abandonado. Solo es mi corazón el que funciona y me mantiene en pie.”
- ¿Puedo pasar?
- Claro.
- No puedo quedarme mucho tiempo, Ron me espera para ir a cenar.
- Lo sé, el mismo me lo dijo ésta tarde.
- ¿Qué quieres decirme?
- ¿Cómo vas con él?
- Ya lo sabes. No puedo pedir más.
- ¿Lo sigues amando como hace 5 años?
- ¿Por qué te interesa saberlo?
- ¿Lo amas igual?
- Sí.
- ¿Más que a mí?
“Ella calla por un segundo antes de contestar. Luego me mira directo a los ojos.”
- Sí.
“No puedo soportar esa respuesta, ya no puedo más, no importa lo que pase, ya no lo guardaré más.”
*(Con la mirada fija en sus ojos, Harry avanza hacia ella, decidido. Se detiene justo a un palmo de su boca, acaricia su mejilla y la besa delicadamente. Ella no hace ningún movimiento por la impresión de la embestida, solo lo siente robarse su aliento lenta y profundamente. Se separan luego de unos segundos. Él la mira gritándole todo el amor que se calló durante tantos años, ella lo ve triste y confundida.)
- Ya no puedo callarlo más. Quiero gritarlo al mundo.
- Harry, yo…
- Ya no puedo ocultarlo más y lo sabes. Pensé que lo había olvidado, que lo había superado, pero cuando volviste a mi vida, todo surgió de nuevo. No puedo sacarte de mi mente, solo pienso en ti. Cada noche que me acuesto, cada mañana que me levanto. La única imagen de mi memoria eres tú.
- Harry, sabes que no puedo. Amo a Ron. Él es el amor de mi vida, es mi mundo, lo que más quiero, no puedo traicionarlo así, menos con su mejor amigo. No debo.
- Lo entiendo. Yo tampoco quiero traicionarlo. Pero no consigo soportar que sea él quien te tenga entre sus brazos y no yo, que sea él el que acaricia tu piel y no yo, que sea él el dueño de tu corazón y no yo. ¡No puedo soportarlo más, no puedo! Sé que no lo amas igual, que has cambiado.
- Claro que no lo amo igual, lo amo más que antes. – ella suspira profundo y baja la mirada antes de continuar. Levanta la vista y me dice – Esta noche me propondrá matrimonio y le diré que sí, Harry. Me casaré con él.
“Logro escuchar como mi corazón se rompe en pedazos y caen, una por una, las piezas a sus pies. Mi alma comienza a llorar en silencio porque ya no existe nada mas que la pueda mantener.”
- Ya veo. – es lo único que puedo articular en un susurro. – Entonces… no me queda más que decirte adiós y que seas muy feliz.
- Harry…
“Ella trata de acercarse para intentar consolarme, pero no puedo soporta su mirada, mucho menos el roce de su piel.”
- Ve con él. Te espera.
“No quiero verla. Mis ojos huyen hacia la ventana opuesta a la puerta, por donde la escucho salir después de un momento de frío silencio. Veo luego por la ventana esa bella silueta alejarse por la calle, hasta encontrase con el amor de su vida que la espera en la esquina y que… no soy yo.”
“Ahora solo puedo escuchar el murmullo de mi propia respiración haciéndome compañía. Pues no me queda más que… decirle adiós.”

Hermione,
Porqué le fuiste fiel.
Si no estás,
Hoy a morir de amor.
Yo también
Me enamoré de ti.
Hermione,
Debo decirte adiós.

*(Harry toma su maleta y sale del cuarto. Camina sin rumbo por la calle oscura hasta llegar al centro de Londres. Repara de pronto en un pequeño restaurante, donde una pareja se declara su amor. Ron y Hermione acaban de quedar comprometidos. Él, lleno de alegría, ella, radiante de felicidad.)

Hermione,
Estoy pensando en ti.
Me cansé
De ser testigo fiel.
Yo también
Me enamoré de ti.
Hermione… quiero decirte adiós.

*(Música… Harry comienza a alejarse del lugar y perderse entre la bruma de la oscura calle mientras el frío viento de otoño azota su larga túnica y agita sus negros cabellos desordenados, al momento que una fina lagrima resbala por su mejilla y un último suspiro con el nombre de Hermione se desprende de su pecho.)

Desde mi Cielo




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Sumario: Harry murió en la batalla contra Voldemort, pese a que sobrevivió en dos ocasiones a la maldición asesina, no lo logró una tercera. La más terrible y mortífera de todas, la que rebotó hacia su enemigo y que por su lazo de sangre, le robó el último aliento. Salvó el mundo mágico y estaba listo para partir, más no podía marchar aún, sin antes decirle adiós.En este mini-fansong se narra la despedida de Harry para Ginny, los sentimientos encontrados de él ante la situación de dejarla continuar con su vida mientras él se marcha con su familia a encontrar nuevamente la paz.

(NDA: este pequeño songfic fue un inesperado arranque de inspiración de los que hace mucho tiempo no experimentaba y que, aunque no es muy extenso, a mí me arrancó un par de lágrimas y sniffs, espero que les agrade tanto como a mí.)


Desde mi Cielo



Todo estaba en silencio, la paz que invadía su corazón era inmensa y colmaba también cada fibra de su ser. Había una luz blanca que iluminaba todo el lugar y lo llenaba de un inmenso candor. Abrió lentamente los ojos, y nuevamente apareció ante él aquella conocida y vacía estación de tren, King’s Cross. Entonces supo que ya no podía regresar, ya había cumplido con su destino, ahora podía marchar en paz, tomando el siguiente tren a casa. Las siluetas de varias personas ya lo esperaban al final de las vías. Aquel era el camino que ahora debía seguir, el camino que lo llevaría a sus padres, Siruis, Lupin y Dumbledor, el camino que lo llevaría finalmente a la felicidad, a su familia. De pronto, un pensamiento asaltó su cabeza. Miró hacia atrás, buscando por alguien, como si una lejana voz lo llamase desde lejos. Aún no podía irse, pues todavía tenía que despedirse.


(Música de piano – El sol brillaba en el cielo sobre un pequeña aldea donde se hallaba una iglesia, y detrás de ella, un desnudo cementerio. Una gran cantidad de gente se encontraba ahí, entre las hileras de tumbas, sentados en blancas sillas de madera. Y frente a ellos, una alta piedra de mármol blanco junto a otra más pequeña, que acababa de ser colocada en su lugar. Finas líneas escribían un nombre en la fría piedra. Él estaba al final del camino entre las tumbas. Avanzó lento, sin prestar atención a lo demás, hasta detenerse frente a ella, el viento ondeaba su capa y su cabello con suavidad, aunque nadie lo veía. Era extraño encontrarse ahí, observándola llorar sin poder consolarle. Se inclinó a su lado, para ver directo a su rostro.)


Ahora que está todo en silencio
y que la calma me besa el corazón,
os quiero decir adiós.

(Su fantasmal mano se posó en la de ella. Sus ojos verdes fijos en los castaños)

Porque ha llegado la hora
de que andéis el camino ya sin mí.
¡Hay tanto por lo que vivir!

(Una sonrisa amarga surcó sus labios)

No llores cielo y vuélvete a enamorar,

(Levantó su otra mano y le acarició la mejilla.)

Me gustaría volver a verte sonreír

(Ella levantó su vista al frente y miró a través de él.)

Pero mi vida, yo nunca podré olvidarte,
y sólo el viento sabe
lo que has sufrido por amarme.

(Silenciosas lágrimas resbalaron por sus mejillas mientras el viento ondeaba su rojo cabello.)

Hay tantas cosas
que nunca te dije en vida,
que eres todo cuanto amo,
y ahora que ya no estoy junto a ti,
te cuidaré desde aquí.

Una mano tomó la suya con firmeza y ella la aferró aún más fuerte. Un alto chico pelirrojo la miraba con una expresión triste, tratando con una falsa sonrisa de animarla, pero él mismo estaba destruido, sus ojos hinchados de tanto llorar y su brazo entrelazado con el de una chica de cabello castaño que también sollozaba en su hombro.


Con la intensidad de su mirada él le gritaba no debía llorar, decirle que se encontraba bien, y que ahora era feliz de regresar con su familia, decirle que ya no había más temor ni dolor en su corazón y que su única tristeza ahora era verla así, llorando por él. Entonces con su incorpórea mano trató de secar sus lágrimas.


Sé que la culpa os acosa,
y os susurra al oído "pude hacer más".
No hay nada que reprochar.
Ya no hay demoniosen el fondo del cristal,
y sólo bebotodos los besos que no te di.

Ella tomó más fuerte la mano de su hermano mientras se levantaban y comenzaban a abandonar el lugar donde ahora descansaban sus restos, justo al lado de sus padres. Pensando en todo el amor que quedó pendiente entre los dos, los besos y las caricias que faltaron, los momentos felices que les robaron. Se levantó con ella y la siguió con la vista por el camino entre la multitud.


Pero mi vida, yo nunca podré olvidarte,
y sólo el viento sabe
lo que has sufrido por amarme.
Hay tantas cosasque nunca te dije en vida,
que eres todo cuanto amo,
y ahora que ya no estoy junto a ti…

(Ella continuó caminando despacio con el viento ondeando su largo y rojo cabello con más fuerza que antes. Mientras avanzaban es silencio unas imágenes aparecieron ante sus ojos. Los hermosos recuerdos que compartieron juntos, cuando la besó por primera vez en la sala común, cuando se escondían a los ojos del mundo detrás de un arbusto, cuando él le dijo que la amaba y cuando ella lo besó por última vez, el día de su cumpleaños. Una sonrisa apareció en sus labios.)


Vivo cada vez que habláis de mí,
y muero otra vez si lloráis.
He aprendido al fin a disfrutar,
y soy feliz.

La observó alejarse cada vez más. El sol se escondía en el horizonte lejano mientras ella caminaba con la cabeza gacha. Recordaba cuanto lo había amado. Él sabía que el tiempo había llegado y que pronto debía marcharse. Ella se detuvo y levantó la vista a la distancia, sonrió y cerró sus ojos al pensar en él. (Él ya estaba frente a ella susurrándole al oído como la brisa)


No llores cielo y vuélvete a enamorar.
Nunca me olvides, me tengo que marchar.

(Se separó de ella luego de besarle en los labios y soltar su mano. Ella suspiró profundamente al decirle adiós. Volvió la vista al frente con la cabeza erguida y salió del pequeño cementerio.)

Pero mi vida, yo nunca podré olvidarte,
y sólo el viento sabe
lo que has sufrido por amarme.

Hay tantas cosasque nunca te dije en vida,
que eres todo cuanto amo,
y ahora que ya no estoy junto a ti…

Desde mi cielo os arroparé en la noche,
y os acunaré en los sueños,
y espantaré todos los miedos.

Desde mi cielo os esperaré escribiendo,
no estoy sólo pues me cuidan
la Libertad y la Esperanza.

"Yo nunca os olvidaré".

Dijo como el suave viento que cruzó el lugar. La luz invadió su cuerpo y sus ojos se cerraron. Todo desapareció a su alrededor.


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Canción: Desde mi Cielo.

Interpreté: Mago de Oz.

Disco: Gaia II, La Voz Dormida.

Duración: 6:20 min.

No solo queda en mis recuerdos.

El presente fanfiction fue creado a mediados de febrero de 2005 y publicado por primera vez el 5 de marzo del mismo año. Se creó antes de la salida del 6° libro Harry Potter y el Príncipe Mestizo. Luego se modificó el 31 de Agosto de 2007 para ajustar datos del 6° libro, aunque no se hizo concordar con el final de la saga (Deathly Hallows) que no se tomó en cuenta para su realización, para no cambiar la trama.Personalmente, considero éste oneshot uno de mis mejores trabajos, y es mi favorito, porque lo escribí con mi corazón, espero que les guste tanto como a mí.
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Sumario:
“Desde que tú te has partido, ha comenzado para mí la oscuridad. Entorno a mí vive el recuerdo de los días bellos de nuestro amor. La rosa que me has dejado ya se ha secado, pero la guardo en un libro que no termino más de leer.” Hasta donde puede llegar el dolor y la tristeza de perder al ser amado y continuar con la vida y el legado que ésta dejó.


NO SOLO QUEDA EN MIS RECUERDOS


La noche esta tan fría hoy, la lluvia se ha quedado dormida en el cristal de mi ventana. Los murmullos de la oscuridad envuelven mis sueños más profundos. Siento su beso cálido en mis labios mientras duermo y escucho su voz lejana, como el eco de un canto de fénix, dice que me ama. Pienso, << ¡es un sueño! >>, pero no, simplemente es... su despedida.

Abro los ojos y lo busco por la habitación, pero él ya no está. Se ha ido. Con mi mano toco mis labios, trayendo a mi memoria su dulce beso. Veo la silueta, ahora fría, de su figura, que aún permanece dibujada en esta cama, junto a mí. Sobre su almohada yace un pequeño botón de rosa delicadamente acomodado. Su última rosa para mí.

Ya no puedo dormir. Lo único que rompe este silencio es el latido débil de mi corazón. Me levanto. Tomo esa bata de seda que él me regaló y me dirijo hacia la ventana. Afuera, la penumbra de una noche sin estrellas se extiende como un vacío, grande y profundo, justo como mi amor por él. Son apenas las 2:00 de la mañana, y no hay ningún alma que recorra estas calles oscuras y lejanas de la ciudad. Recuerdo que a él no le gustaba la ciudad, siempre fue muy solitario. Veo alrededor del cuarto, su ropa esta regada en el sillón, sonrío al recordar cómo le es tan difícil recogerla. Ahora veo nuestra cama, testigo mudo y fiel de nuestro amor, de nuestras entregas, cuando nos fundíamos en un solo ser, cuando dormíamos y despertábamos juntos, abrazados, sin importar el mundo exterior.Suspiro profundamente. Yo sabía que se iría, marcharía para cumplir con su misión, pero jamás pensé que ese día llegaría tan pronto. También sabía que él no tendría el valor de decirme adiós, porque tenía miedo de tal vez nunca regresar. Pero, aún así, supo muy bien como despedirse. Dedicándome esta noche, solo a mí y a nuestro gran amor, entregándose a mí en cuerpo y alma, justo como yo a él. Cierro mis ojos al recordar aquel momento. Mi alma vibraba y mi cuerpo ardía al sentir el calor de su abrazo, la suavidad de sus caricias, la dulzura de sus besos.

Hace apenas unas horas que estuvimos juntos. Pero aún y cuando lo trató de aparentar, de ocultarlo, pude ver esa tristeza en sus ojos, ese miedo de enfrentar el destino terrible que le esperaba y el dolor de abandonar al amor de su vida. Recuerdo cómo me sostuvo tan fuete contra su pecho, que sentí temblar su cuerpo por un instante. Sabía que esta noche sería la última noche que estaríamos juntos.

Regreso a la realidad y me voy hacia la cocina. Un pequeño fuego danzarín se asoma por la chimenea, iluminando el lugar. Me siento a esperar, pero, no sé que esperar. La llegada de noticias o, mejor aún, su propia llegada. Mientras estoy ahí veo que hay un libro sobre la mesa. << ¿Qué hace aquí? >>, Me pregunto. Ese viejo libro de fotografías que para él son un tesoro. Lo tomo entre mis manos. ¡Ah!, cuantas memorias de tiempos pasados. Veo estas fotografías donde comparte con sus dos mejores amigos, donde reconoce a los padres que nunca conoció, donde vive aparentemente feliz, pero siempre ocultando un pena en su corazón. También yo aparezco en estas fotos, pequeña, tímida. Aún lo recuerdo, como si fuera ayer. La primera vez que lo vi. No sabía como llegar al tren del colegio y mi madre lo ayudó. Desde aquél momento quedé perdidamente enamorada de él, pero él ni siquiera me veía. Yo era la hermanita pequeña de su mejor amigo, ¿cómo podría interesarse en mí, siendo yo solo una niña para él? Aún recuerdo la terrible noche en la que salvó mi vida y mi alma arriesgando la suya propia. Pensé que sentiría algo diferente, pero aún así, nunca me notó. Los años pasaron, su nombre se hizo leyenda en la escuela, haciéndolo popular con las chicas, chicas que lo seguían y lo buscaban. Yo, seguía siendo una niña para él. Que celosa estaba yo de ellas. Pero me decidí a sacarlo de mi corazón. Durante el colegio, el vivió amores, como yo, a veces buenos, a veces malos, pero, aunque pasó el tiempo e intenté olvidarme de él, mi corazón albergaba en secreto un pequeño rayo de esperanza.Fue aquella tarde, lo recuerdo tan bien, luego de jugar aquella final de quidditch sin él, cuando apareció por el hueco del retrato sin saber siquiera que habíamos ganado la copa; sus ojos llenos de incertidumbre ante el destino del equipo del que era el capitán cambiaron su expresión al ser recibido por los estruendosos vítores. Tan feliz me sentí en aquel instante que no me pude contener y corrí a abrazarlo llena de emoción, quería compartir mi felicidad con él. Pero jamás pensé que esa tarde, en ese abrazo, el besaría por primera vez. Al separarnos, su mirada era tan diferente, me cautivaron esos ojos verdes. Recuerdo cómo me indicó salir al jardín con solo su sonrisa. Paseamos durante horas por los jardines. Él tomando mi mano y diciéndome que me quería. ¡No podía sentirme más feliz que en ese momento!

¡Ah, cuantos recuerdos hermosos! También hay fotografías de nuestra boda, hace un año. Él tenía 19 y yo 18 cuando me pidió ser su mujer. Mi rostro se llena de felicidad al pensar en aquellos momentos. Aquella hermosa colina, al atardecer de un día de verano, el sol comenzaba a esconderse y las estrellas empezaban a titilar en lo alto del cielo. Ahí, bajo la luna blanca que comenzaba a mostrarse me besó y me abrazó, y ya jamás me soltó. Nos convertimos en uno solo. Luego, llegó nuestra boda, aquella mañana de otoño, donde las hojas caídas bailaban ante nosotros, llevadas por el viento. Veo estas fotografías y reconozco lo felices que éramos en ese momento. ¿Por qué tenía que acabar? Después de aquel día, juntos, como pareja, no había oscuridad, luchando los dos hasta el fin, siempre juntos, tomados de la mano, enfrentando peligros como desde hacía mucho tiempo atrás. Mi mundo, mi todo, mi amor.Pasan las horas y yo sigo esperando, esperando algo que, me temo, nunca llegara. Imagino en cualquier momento escuchar sus pasos en el atrio y ver en la puerta, como siempre, su figura en el umbral, mirándome con sus hermosos ojos verdes detrás de sus gafas y dirigiéndome su dulce sonrisa. Ya no soporto más, los minutos pasan lentos, como las largas y frías noches de invierno.

Ya empieza a clarear, los susurros de la mañana llaman a la puerta, los primeros rayos de sol tocan en mi ventana. Unos pasos resuenan en lo que queda de la oscuridad del pórtico. << ¡¡Es él, es él!! >>. Mi corazón grita desesperado, engañándose a sí mismo, pensando ingenuamente en que aún volvería. Pero no, en lo más profundo de mi ser, mi corazón sabía que él jamás regresaría.Alguien toca a mi puerta, son golpes pesados y tristes, como de alguien que no quiere llegar. Mi alma desea verlo a él en cuanto abra esa puerta de madera. Pero tengo miedo, miedo de que no sea él, de que mis pesadillas se hagan realidad y que solo su recuerdo quede en mi memoria. Me tardo en abrir. Vuelven a tocar, pero ahora más fuerte. Por fin, dejo el libro de fotografías de lado, me acerco a la puerta y giro el picaporte. Dos hombres, que sobresalían de la bruma del amanecer, están frente a mí. Con un además les indico que pasen. Ellos entran y se colocan cerca de la chimenea. El fuego, ya casi extinto, ilumina sus tensos y tristes rostros. Están tan callados.
- ¿Que pasa? - pregunto, deseando no escuchar la respuesta, al mismo tiempo que quiero saber la verdad. No hubo necesidad de palabras. Lo supe al mirarlos a los ojos. Aún así ellos me dieron la respuesta.
- Él luchó con valor y logró derrotarlo, – dice con voz apagada mi hermano, su mejor amigo, – pero a cambio de un precio muy caro...
Y sacando un ensangrentado pañuelo de su bolsillo, me mostró, cuidadosamente envueltas, sus gafas, ahora con los cristales rotos, y también me entregó su varita. Mi corazón dejó de latir en ese instante, mi alma de volvió gris y desolada. Mi mundo, mi todo, mi amor, se había ido... para siempre. Mis lágrimas incontenibles comenzaron a caer como una lluvia de otoño. Y yo sabía que esa lluvia jamás dejaría de caer. Este dolor que me traspasa es tan real y sé que el tiempo no lo podrá curar jamás. ‘Una vez hubo luz en mi vida, pero ahora solo hay oscuridad’.

Ellos trataron de consolarme inútilmente, pero no había palabras que pudieran describir mi dolor. Ahora los días pasan lentos y grises, como si fuera un invierno eterno. Ya no hay calor que llene mi corazón. No tengo nada. Y solo hay algo que me mantiene con vida. Su hijo ya crece en lo más profundo de mi ser.La vida sigue como si no tuviera fin, pero yo debo seguir adelante, guardando el recuerdo de nuestro amor muy dentro de mí. Su sombra aparece en cada rincón de la casa, su presencia aún sigue aquí y no me deja, meras ilusiones de mi corazón, porque es solo el recuerdo de su aroma el que llena ahora mi soledad... ‘Mi voz se quiebra cuando te llamo porque tú no estás aquí. Mi alma en silencio llora por tanta tristeza. Sólo una lágrima en mis ojos que te buscan y tú ya no estás. Me siento tan perdida en este mundo sin tu amor. Estoy cansada de estar aquí y escuchar el sonido de mis lágrimas. Paso el día pensando en ti... Cada vez que cierro mis ojos veo tu rostro, tu sonrisa, casi puedo escucharte decir mi nombre y sentir el calor de tu abrazo, pero ahora no hay más que silencio a tu alrededor.’Los años han pasado. Su hijo crece fuerte y sano en un mundo libre de oscuridad. Es tan parecido a él. Me hace recordarlo tantas veces. Ahora soy la madre más feliz del mundo. Lo llamé Harry, en honor de su padre, aunque su cabello es marrón, es igual de revoltoso, y sus ojos son tan verdes y brillantes como los de él. Quien lo diría, si él estuviera aquí para verlo crecer y convertirse en hombre. Lo extraño tanto que, a veces no sé si puedo continuar. Pero, el me dijo la noche en que se fue: << 'cada vez que susurres mi nombre, yo estaré contigo' >>, y le creí, creí en sus palabras. Me vasta pensar en él y ya lo siento, lo tengo conmigo otra vez. Donde quiera que yo esté, ahí estará.

Sus mejores amigos, ahora marido y mujer, también gozan de una bella familia. Llamaron a su primogénita Lily, en honor de su madre, la que nunca conoció, pero con la que ahora está. Ellos siempre vienen a visitarme, nunca me han dejado sola. También ellos lo extrañan tanto, él fue su mejor amigo y juntos pasaron tantas cosas.


Ya son 20 años desde aquella noche cuando se fue. Hoy, sus amigos vienen a honrarlo. Todos hablan, dicen maravillas de él, yo solo guardo silencio. Solamente yo lo conocí como nadie, ni siquiera sus amigos lo conocían como yo. En mi pequeño diario guardo la última rosa que me regaló, ya marchita, como símbolo de su recuerdo.
- ¿Piensas en él? – la voz de un joven se escucha sobre mi cabeza. Yo alzo la vista y lo contemplo por un instante, sin hablar. Luego, se sienta despacio junto a mi, cubriéndome de luz con su mirada, tan parecida a la de su padre. Toma mis manos entre las suyas y las besa suavemente.
- Tus manos están frías – me dice, tratando de calentarlas. Me mira a los ojos. – No debes estar triste, tú eres lo mejor del mundo, y mi padre lo sabía. Sé que te amó, mamá, como nadie lo ha hecho. ¿Sabes porqué lo sé?
Yo negué con la cabeza.
- Porque todo el amor que mi padre sentía por ti, tú me lo has dado a mí. A través de ti se cuanto nos quería y por eso sé porqué sacrificó su vida. Lo hizo para que nosotros pudiéramos vivir. Y con nosotros nuestro mundo.
- Sabes, hijo, yo no estoy triste – le respondo, el me mira, algo sorprendido – ¿Sabes porqué? – Él negó con la cabeza – Porqué él aún vive, en ti, en mí y en todos aquellos que lo apreciaban y lo amaban. Lo que tuve con tu padre fue algo tan bello, que no solo queda en mis recuerdos, sino también en mi corazón y en mi vida. Me queda su gran amor... en ti, me quedas tú.
Sonrío al ver como brillan de felicidad los ojos de mi hijo, de nuestro hijo. Él se levanta y se va a convivir con el resto de sus amigos, lo observo y sonrío aún más. Su padre debe estar orgulloso de él.

Pienso en él ahora y siento que está aquí, junto a mí. Ahora lo sé, no solo queda en mis recuerdos, porque sé que algún día estaremos juntos otra vez, y la muerte ya no nos podrá separar.
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(NDA: en esta versión Harry no termina con Ginny, como termina el 6to libro, sino que se casan antes. El ascenso de de Voldemort al poder no fue tan rápido y les dio oportunidad de vivir al menos un par de años con un poco de tranquilidad. Harry muere al final matando a Voldemort con su sacrificio)